Conserva tu negocio después del divorcio



Por Fabiana Sánchez
Jorge y Mónica vivían un matrimonio feliz y decidieron abrir un negocio en el que cada uno invirtió el 50%, pero solo él se encargaría de la administración. Cuando la felicidad acabó se divorciaron e, inmediatamente,vinieron los problemas por lo que sucedería con la empresa.
La abogada Patricia Rojas, experta en temas de familia, comentó que una de las soluciones en este caso es que el cónyuge le pague a su pareja el total del porcentaje que invirtió más los intereses que le corresponden por el tiempo que tiene la empresa formada.
“La idea no es que se perjudique la persona jurídica, por eso es que la mejor solución es un arreglo económico, pero con un contrato de por medio”, asegura la especialista.
Si ambos esposos trabajan en el mismo espacio laboral, lo aconsejable es que firmen un compromiso en el cual se establezca que mantendrán las buenas relaciones dentro de la oficina para no perjudicar el desarrollo del negocio.
“Es mejor que cada quien forme su propia empresa pues, si el negocio quiebra, ambos dejarán de recibir ingresos, lo que a la larga perjudicará a los hijos”, sostiene Rojas.
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