Por: Francis Cruz.
El acuerdo energético entre el Perú y Brasil tiene visos de convertirse en un mal negocio para el país ante la falta de un plan por parte del Perú a la hora de definir las cuotas eléctricas que necesita para destinarse al consumo interno.
El congresista Yonhy Lescano enfatizó esa idea ayer en el Congreso al denunciar que de toda la capacidad que producirían las hidroeléctricas construidas en la Amazonía peruana alimentaría en un 90% la demanda de Brasil, mientras que el Perú solamente recibiría el 10% restante.
“Es un convenio altamente contrario a los intereses del país y nuestra posición inicial es que el Congreso debe devolver el convenio al Ejecutivo para que lo renegocie”, fustigó.
Por su parte, José Cerda, miembro de la junta de administración de Pro Naturaleza, recalcó que antes de entregar una gran parte de la producción energética al Brasil, el Perú debería saber cuál va a ser el consumo por lo menos en los próximos 15 años.
“Por ejemplo, Brasil tiene un plan que es hasta el año 2030 y el 8% de la energía tiene que venir de los países vecinos”, indicó.
Respecto a las recientes declaraciones del ministro Carlos Herrera Descalzi sobre que le preocupa más la inundación de la zona que el desplazamiento de indígenas, porque ello es compensable, la presidenta de la Central Asháninka Río Ene, Ruth Buendía, dijo que los más de 10 mil pobladores que se verían afectados en el VRAE no están dispuestos a abandonar sus hogares sin consulta.
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