Por Alicce Cabanillas
Entre sus gratificaciones, utilidades y trabajos extras, además de algunos recortes de gastos diarios, Eric logró juntar los US$7 mil que necesitaba para comprar “la moto de sus sueños”, como él solía decir durante los casi 12 meses que le tomó alcanzar su meta. Grande fue su sorpresa al percatarse de que ninguna compañía de seguros ofrecía un producto para proteger su inversión.
NEGOCIO POCO RENTABLE. Cuando llamó a Pacífico Seguros, le dijeron que una cobertura contra robos, choques, incendios y riesgos de la naturaleza, está disponible pero para unidades mayores, como los autos o camionetas.
“Se llega a asegurar motos si forman parte de una flota de algún cliente (a nivel empresas), que ya tiene otras pólizas vehiculares, esto a modo de plus, solo en esa circunstancia”, le respondieron en Rímac.
Eric ya contaba con el SOAT, producto que adquirió al momento de la compra de su moto, pero quería mayor protección.
De acuerdo con Marco Fiocco, director de la Unidad Autos de Mapfre, debido “al riesgo que representan este tipo de vehículos y a la poca prima (valor del seguro) que se cobra”, resulta poco conveniente ofrecer masivamente y, en forma individual, productos de este tipo.
Y es que, por ejemplo, de cada 100 autos que Mapfre asegura, medio auto es robado; pero cuando se trata de motos, de cada 100 aseguradas, 3.6 unidades son hurtadas, detalla.
La poca oferta, en forma personal, de un seguro contra todo riesgo para motocicletas ha llevado a que en la actualidad, apenas el 5% del millón de unidades que circulan en el ámbito nacional tenga este tipo de cobertura, estima Emilio Lazo, gerente técnico de La Positiva.
Esta firma asevera que sí tiene productos para vehículos menores, pero que la venta va a depender de la evaluación que se haga del cliente. En este caso, las primas anuales pueden llegar a costar US$500, si es de uso particular y US$300, si el uso es corporativo. En tanto en Mapfre, la prima mensual podría ser de US$50.
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