Según la agencia de noticias Kyodo, el gigante nipón de la electrónica proyecta durante este año fiscal, que termina en marzo de 2012, interrumpir la producción de una fábrica que la empresa tiene en la provincia de Hyogo (en el centro del país), encargada del armado de paneles de plasma utilizados en algunos de sus televisores.
Panasonic también informó que su plan para reducir hasta 1.000 puestos de trabajo se hará con un programa de jubilaciones para poder reformar su negocio de televisores, muy dañado por la intensa competencia y la caída de precios.
La firma con sede en Osaka (centro de Japón), también estudia vender la planta que tiene en la provincia de Chiba, ubicada a pocos kilómetros al este de Tokio, en la que produce paneles de cristal líquido, añadió Kyodo.
La multinacional, que presentará sus resultados a fines de octubre, anunció que en el trimestre de abril a junio sufrió una pérdida neta de 30.400 millones de yenes, el equivalente a casi 400 millones de dólares.
Durante el segundo trimestre de este año, sus ventas se redujeron el 11% interanual hasta 1,92 billones de yenes (casi US$ 25 mil millones). Esta cifra fue el resultado de una caída del 8% en las ventas en Japón y del 13% en las ventas en el exterior, ambas atribuidas al efecto del trágico terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo pasado
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