Según especialistas de recursos humanos,
el jefe debe mantener la calma al explicarle al trabajador las razones
que lo motivaron a tomar dicha medida. La conversación debe llevarse a
cabo en privado.
Si es el jefe inmediato, debe
decírselo.- Informar sobre las malas noticias o decisiones importantes
debe estar a cargo del jefe directo del trabajador.
De lo contrario, este podría preguntarse si su supervisor apoyó la
decisión y, por tanto, aumentar las preocupaciones sobre el mérito del
despido, dice Maurice Fitzgerald, abogado laboral y socio de la firma
Strazulo Fitzgerald LLP.
Frente a un testigo.- Es necesario
efectuar la conversación frente a un supervisor o representante de
recursos humanos para no caer en el juego de “él dijo, ella dijo”, sobre
todo si el empleado decide tomar alguna una acción legal. Además, un
tercero también puede ayudar a mantener el tema central de la
conversación y evitar eventuales exabruptos.
Por escrito.- A fin de que el trabajador
conozca mayores detalles, el jefe debe entregarle un escrito sobre la
obtención de su último salario, el cobro de determinados beneficios, la situación de su seguro de salud, entre otros.
Debe ser rápido.- “Se trata menos de una
conversación y más de una notificación”, dice Halley Bock, presidenta
de la firma de desarrollo del liderazgo Fierce Inc. Muchos expertos de
recursos humanos sugieren limitar la reunión a entre 15 y 20 minutos.
Ser específico.- El superior debe ser
específico sobre las razones que lo conllevaron a tomar la referida
decisión, así se evitará que el trabajador sospeche de otros motivos
como discriminación por género o edad. Es un buen momento para recordar
algunos de los errores cometidos por el empleado, como la falta de
eficiencia o el caso omiso a las advertencias sobre conductas poco profesionales, dice Rebecca Regard, asesora de recursos humanos en G&A Partners.
No pida disculpas. Si el jefe expresa
sus disculpas sobre la decisión tomada, el empleado puede cuestionarse
si el despido es realmente justo. Fitzgerald opina que comentarios como
“esto es en realidad algo bueno para ti” tampoco son apropiados.
Viernes, lunes, o miércoles.- No hay
consenso sobre el mejor día para despedir a alguien. Viernes hace que la
partida sea menos dramática, pero podría dejar al empleado sufriendo
todo el fin de semana. Los lunes permiten una reacción rápida con la
búsqueda de empleo, pero resaltan que el calendario del empleado queda
liberado para el resto de la semana. ¿La respuesta? El trabajador debe
ser notificado en cuanto se tome la decisión.
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