Por Rudy Palma
No espere que un empresario o un inversionista chino le hable de negocios en la primera reunión de trabajo. Él querrá, primero, entablar una relación de amistad y confianza. Tal vez le comente sobre la relación comercial entre ambos países y hasta espere un intercambio de regalos.
Ante ello, usted solo puede tener paciencia y adaptarse a las costumbres chinas, afirma Pedro Ayin, gerente de la División Negocios y Productos Globales de Interbank.
Una vez ganada la confianza –señala–, el empresario peruano aún debe tener tranquilidad pues, para cerrar el contrato, habrá que pasar por todas las instancias de la empresa con la que se negocia. “No es que sean lentos. Así es el protocolo en ese país”, indica el ejecutivo de Interbank, que cuenta con sucursales en el gigante asiático y tiene contactos con 300 firmas de esa nación.
OPORTUNIDADES. Si está en la búsqueda de algún sector para hacer negocios con China, usted puede decidirse por la importación o exportación de productos o contactar con inversionistas de esa nación interesados en poner capital en el Perú.
Por el lado de las importaciones, sostiene Ayin, cada vez se viene trayendo más autos chinos ligeros y de carga debido a que son más baratos y han mejorado en calidad. “Hay un interés particular por la compra de útiles, bolsas de plástico, maderas para pisos y otros artículos no perecibles provenientes del país asiático”, dice.
En cuanto a las exportaciones, los empresarios peruanos tienen una oportunidad de negocio en el rubro de alimentos, como las uvas y los cítricos, que se consumen mucho durante las festividades en China.
“Hay un millón de millonarios en esa nación y existen 270 millones de familias de clase media alta que empiezan a consumir productos más sofisticados. Por ejemplo, los artículos de lujo, como las prendas de alpaca peruana, pueden aprovechar este nicho”, detalla. Refiere, además, que los inversionistas chinos están interesados en contar con tierras en el Perú para el cultivo de alimentos.
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